bienvenida

Con frecuencia, se nos presenta por los distintos medios de comunicación, noticias que dependiendo del medio, más que informar, aparentemente se trata de crear un pensamiento único. Así, por citar un ejemplo clarificador, podemos recordar como se trató el tema del Juez Garzón. La noticia, básicamente, era que iba a ser procesado por presunta prevaricación. Desde el Gobiernos del Sr. Zapatero y sus amigos subvencionados, más los medios afines, se trataba de resaltar la labor de citado Magistrado contra el terrorismo. Nada que objetar si realizó su trabajo adecuadamente. Pero, acerquemos "La Lupa" a la noticia. La cuestión que nos debe preocupar es, ¿prevaricó sí o no? La Lupa nace con el próposito de tomar cada una de aquellas noticias, sobre temas o personas especialmente relevantes, examinándola desde diversos ángulos y tratando como objetivo principal ser veraces y objetivos. A todos, bienvenidos.



sábado, 16 de octubre de 2010

Afán de superación

Temple Grandin nació el día 29 de agosto de 1.947 en Boston, Massachusetts. Su nacimiento fue normal, pero a los seis meses de vida, su madre comenzó a notar que su hija rechazaba los abrazos. Más adelante se hizo evidente que la niña no soportaba que la tocaran.
     A la edad de tres años, los médicos le diagnosticaron que sufría un daño cerebral. Su madre nunca se rindió y le puso una institutriz. Diariamente esta le ayudaba a realizar ejercicios de forma repetitiva, lo que le ayudó de forma significativa en su lucha diaria por superar su enfermedad.
     En el colegio no soportaba el ruido de la campana ni el griterío de sus compañeros en los juegos. Por lo que siempre estaba sola. El ruido de los coches  o la cercanía de otras personas la alteraban profundamente.
     Años más tarde se le diagnosticaba que sufría Autismo. Ya en el instituto había aprendido a controlar parcialmente la ansiedad y el miedo constante. Lo lograba encerrándose en si misma y soñando despierta, pero a los otros chicos les parecía fría y distante y le daban de lado. Temple experimentaría la soledad, el aislamiento y las burlas constantes de sus compañeros.
     La Organización Mundial de la Salud define el autismo así: "Se presenta desde el nacimiento o durante los 30 meses de vida. Consiste en tener una respuesta anormal a los estímulos auditivos o visuales. Produce un considerable retraso en el desarrollo del lenguaje. Tiene como añadido graves perturbaciones relacionales. Conlleva un comportamiento ritualista (resistencia al cambio).
     Existen varios niveles de Autismo. Está el profundo, moderado, ligero, atípico, de alto rendimiento y el pseudoautismo. Los casos van desde los muy graves que suelen combinarse con retraso mental, hasta los más leves, como el síndrome de Asperger (el , -Dr. Hans Asperger -Viena-Austria, 18 Feb. 1.906 - 21 Oct. 1.980, fue Pediatra y Psiquiatra y el primer médico que describió esta enfermedad, de ahí su nombre) que permite estudiar una carrera o desarrollar un trabajo, debido a que en él hay un mejor desarrollo en el lenguaje.
     Cuando Temple contaba 16 años de edad, su madre que nunca se rindió, insistió en que fuese a pasar unos días a la granja de su tío, en Arizona. Allí cambiaría su vida.
     Comenzó a sentir una fuerte empatía hacía aquellos animales. Se fijó en una máquina que se utilizaba para tranquilizar al ganado, cuando venía el veterinario a examinarlos. Consistía en dos placas metálicas que comprimían a la res por ambos lados. La presión suave parecía relajarlos.
     Temple imaginó un artilugio similar para ella: " una máquina de dar abrazos". Le proporcionaría el estímulo táctil que tanto añoraba, pero que no podía recibir porque no soportaba el contacto con otras personas.
     A su regreso de la granja, su madre la matriculó en una escuela especial, para niños dotados de problemas emocionales y sus profesores la animaron a que construyera la máquina que ella había visualizado.
     Aprendió ingeniería mecánica y matemáticas. Estudió psicología y se especializó en el comportamiento animal. Se doctoró en Ciencia Animal en la universidad de Illinois. Ha publicado libros como: "Thinking in Pictures" o "Interpretar a los animales". Es profesora en la Universidad Estatal de Colorado y diseñadora de mataderos.
     Es una gran defensora del bienestar de los animales, sobre todo de los animales explotados por la industria ganadera. Ha reformado mataderos y ranchos a lo largo y ancho de los Estados Unidos, siempre en defensa de una vida y una muerte digna para los sujetos. Temple dice que sabe cómo se sienten esos animales antes de morir, que sabe cómo piensan o lo que les da miedo. Por eso se dedica a hacer el último momento de sus vidas lo más agradable posible.
     Debido a su condición de autista, considera que el pensamiento autista es una especie de apeadero entre el pensamiento animal y el humano. Esto la ha llevado a realizar experimentación y a profundizar no sólo en la etología sino también en la neuropsicología.
     Grandin sigue sin soportar que la toquen. "Daría un salto", dice. "Sería como tocar a un animal salvaje. Ya sabes, cuando tocas a un animal salvaje, haces que salte. Si alguien me tocara, me apartaría bruscamente. Mi sistema nervioso reacciona cuando tengo miedo, de la misma forma en la que lo hace el sistema nervioso de las vacas o de los caballos que sienten miedo".
     Hoy, Temple Grandin cuenta 63 años de edad. Después de una dura jornada de trabajo, cuando llega a su casa, se introduce en su "máquina de dar abrazos" y se relaja. Asegura que después de utilizarla, tiene sueños más agradables. Su máquina es utilizada hoy en día, en muchas escuelas especiales para autistas en los Estados Unidos.
     Esta es la historia de una mujer que superó las enormes barreras que surgieron a su paso por la vida. Pero sin duda alguna, faltaríamos a la verdad si no hiciéramos una breve pero sincera reflexión, del papel que jugó la madre de Temple. La niña autista probablemente nunca echó en falta los abrazos de su madre, porque no los soportaba, pero, ¿cuánto dolor no soportaría su madre, de tener a su lado a su hija y tener que permanecer toda la vida a cierta distancia?. Sin duda, esta también es la historia de una gran madre.
     Recordemos abrazar con frecuencia a nuestros seres más queridos. No pensemos que "ellos ya lo saben", es bueno hacerles saber constantemente lo que significan para nosotros.
     Saludos



                                             TEMPLE GRANDIN